Para responder a esta pregunta, primero que nada, tengo que decir que no es fácil explicar ni entender qué son los cuatro elementos. Podemos describirlos con mucho detalle, pero finalmente siempre hay algo que se nos escapa. A veces pienso que son tan fundamentales como sutiles e intangibles.
También en este punto me interesa destacar que no necesitamos leer libros ni conocer la teoría para conectar con los cuatro elementos, porque nuestra relación con ellos es muy estrecha, y por lo tanto podemos perfectamente identificarlos si recurrimos sencillamente a nuestra intuición.
Los cuatro elementos (tierra, agua, fuego y aire) están presentes en distintas tradiciones filosóficas, religiosas y mitológicas alrededor del mundo. En ellas, los nombres que se dan a los cuatro elementos pueden variar, pero sus características esenciales son idénticas. En este artículo te cuento más sobre esas tradiciones.
Bloques de construcción
Los cuatro elementos son el fundamento de la realidad misma. Son los bloques de construcción de todas las estructuras materiales.
Si conoces los descubrimientos de la física moderna, estarás familiarizada con la idea de que la energía es materia, y la materia es energía. Desde esta base, podrás entender que los elementos son energía, y se entretejen y combinan para formar toda la materia.
Es importante entender que los cuatro elementos no son simplemente símbolos o conceptos abstractos, sino que son las fuerzas vitales que constituyen todo lo que nuestros sentidos pueden percibir. Pero los elementos en sí mismos, son tan difíciles de aprehender para nuestra mente limitada, que necesitamos de cierto simbolismo para acercarnos a ellos.
Entonces, si bien los elementos son la base de muchas tradiciones filosóficas, religiosas y mitológicas, como dijimos anteriormente, en realidad abarcan todo lo que percibimos y experimentamos.
El aspecto material y tangible
En un sentido, podemos entender a los elementos como factores puramente materiales. Así, los cuatro elementos simbolizarían los cuatro estados de la materia descriptos por la física moderna: la tierra es sólida; el agua es líquida; el aire es gaseoso; y el fuego, plasma o energía ionizada radiante.
También puede decirse que representan las cuatro necesidades primarias de todo organismo avanzado: aire, agua, tierra (o alimento) y fuego (calor). Pero esta sería la punta del iceberg para empezar a entender a los elementos.
Los cuatro elementos en realidad, son la base de los cuatro elementos materiales físicos (tierra, fuego, aire y agua). Estos últimos son la manifestación de los cuatro elementos.
Para decirlo en términos simples: los cuatro elementos trascienden la química, lo material, lo que podemos tocar. Pero también están en todo aquello que podemos tocar, porque sabemos que la energía es materia.
En síntesis, cuando intentamos aproximarnos y entender el significado real de los elementos, no debemos confundir los resultados (lo que puedo ver y tocar) con su fundamento (los elementos).
El aspecto espiritual
Los cuatro elementos se encuentran presentes en todas las personas, pero generalmente cada persona se siente más conectada con la energía de algunos de ellos, mientras que otros les resultan más lejanos o incluso pueden provocarles cierto rechazo.
Lo interesante del trabajo con los elementos es aprender a reconocerlos en nosotras mismas, poder trabajar con sus fuerzas y llegar a un equilibrio entre ellos. Por ejemplo, no dejar que mis aguas me ahoguen o que mi fuego me queme. Por el contrario, el camino está en tomar consciencia de esas fuerzas que operan en mí y poder encontrar una armonía.
Algunas tradiciones espirituales asocian los elementos a ciertas cualidades que deben ser superadas para poder avanzar, es decir, ciertos aprendizajes que podemos obtener de cada elemento: el aire con la codicia, el agua con la pasión, el fuego con la ira, y la tierra con el apego.
Los elementos para ciertos autores representan lecciones que el alma debe aprender para evolucionar: las personas que se identifican con el fuego necesitan aprender a amar; las personas que se identifican mayormente con el agua necesitan encontrar la paz; las del aire, la hermandad y las de tierra, el servicio.
Algunos relacionan también a los elementos con los diferentes cuerpos sutiles de energía que nos componen. Cada elemento es una fuerza imperante en cada uno de estos cuerpos. Así, el agua en el cuerpo emocional o "astral" (un tipo de consciencia dominada por intensos anhelos, reacciones sentimentales y deseos compulsivos). El elemento aire se conecta con el cuerpo mental o “causal" y representa un tipo de consciencia sintonizado con las pautas del pensamiento abstracto de la mente universal. El elemento tierra simboliza el cuerpo físico y la armonización del mundo de los sentidos físicos y las formas materiales. El elemento fuego se correlaciona con el cuerpo etérico o vital, que actúa como un transformador de las energías del aire y del agua para ayudar a sostener las funciones del cuerpo físico.
¿Quieres trabajar en ti misma utilizando el poder de los elementos? A continuación te dejo cuatro ejercicios para equilibrar en ti la energía de cada uno de ellos y reconectar con tu bienestar:
☁️ Elemento Aire - Libertad, expresión, expansión
💧 Elemento Agua - Fluidez, sabiduría interior, conexión emocional
⛰️ Elemento Tierra - Estabilidad, seguridad, solidez
🔥 Elemento Fuego - Fuerza de voluntad, coraje, transmutación
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