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He decidido compartirte aquí una lista totalmente contracultural con todo eso que NO necesitas comprar para la llegada de tu bebé.
¿Y por qué quiero hacer esta lista?
Porque me indigna la manera en la que muchas veces se les habla a las embarazadas.
Primero, se intenta hacerles creer que necesitan SABER muchas cosas antes de tener a su bebe. Para ser “buenas madres” parece que tenemos que tener mucha información, tenemos que convertirnos en escasos nueve meses en expertas en lactancia, expertas en porteo, expertas en crianza, expertas en alimentación infantil, ¡expertas en un millón de cosas!
Segundo, se intenta hacer creer a las embarazadas que necesitan TENER muchos objetos para cuidar bien de su bebé. Cuando buscamos en internet listas de “imprescindibles” para el bebé, muchas veces lo que encontramos es publicidad disfrazada de supuestos consejos. Así, probablemente terminemos comprando objetos que en realidad nunca vamos a necesitar, y en algunos casos, que pueden ser dañinos para nuestros bebés.
El público objetivo de este tipo de publicidad suele ser las embarazadas, porque las madres, una vez que ya tenemos a nuestro bebé, tenemos mucho más claro qué es lo que puede resultar útil y qué no. Pero cuando estamos embarazadas, no lo vemos tan claro. Desde nuestra mejor intención, queremos tener todo listo para la llegada de nuestro bebé, y queremos darle lo mejor. Entonces nos encontramos con artículos que ha creado la industria, por ejemplo, un almohadón para que no se la achate la cabeza al bebé y sentimos, gracias a las artimañanas del marketing, que eso debe ser imprescindible. Es horrible imaginar que a nuestro bebé se le va a achatar la cabeza y al alcance de la mano tenemos la manera de impedirlo ¡hay que comprarlo!
La industria está llena de ese tipo de objetos, y estos mensajes que llegan a las embarazadas generan muchísimo estrés y frustración. Nos dejan con la sensación de que nunca es suficiente, que necesitamos siempre saber más y comprar más.
Realmente creo que estrés es lo último que necesitamos en el embarazo. Cuando estamos embarazadas, necesitamos ocuparnos de muchos temas (internos y externos), pero no necesitamos que nadie nos sume preocupaciones. Ojalá podamos en el embarazo encontrar nuestra paz y nuestra tranquilidad, bajar el ritmo para conectar con los ritmos de la naturaleza y encontrar tiempo para hacer aquello que nos gusta hacer, aquello que nos genera disfrute y goce. Poder conectar con ese momento increíble de revolución en nuestra vida que es el embarazo, poder estar imaginando, soñando despierta, sin presiones externas excesivas.
Una sola cosa es imprescindible
Antes de pasar a la lista de artículos propiamente dicha, me gustaría dejar un punto muy en claro. Un bebé recién nacido necesita una sola cosa: a su mamá. Hay algunos objetos que quizás sí son necesarios para hacernos la vida más fácil a los adultos, pero un recién nacido sólo necesita a su mamá, no lo puedo repetir suficientes veces. Así que, si estás embarazada, quédate tranquila porque lo indispensable ya lo tienes.
Una mamá puede cubrir todas las necesidades básicas de un recién nacido.
Ahora bien, un bebé necesita a su mamá y necesita que su mamá esté bien, ¿Y quién puede ocuparse de que la mamá esté bien? Quizás hay un poquito que puede hacer la propia mamá para estar bien, pero una mamá necesita sobre todo mucho apoyo externo. Necesita una linda red de apoyo que la sostenga a ella y a su pareja (si la tiene), principalmente durante el primer mes o los dos primeros meses de vida del bebé, para que ellos puedan dedicarse a cuidar y disfrutar de su bebé, y que puedan delegar las cuestiones prácticas.
Pensarás que me estoy alejando del tema central de este artículo, pero en realidad estoy empezando por lo más importante.
¿Cuánto adelantar las compras?
Mi recomendación es que, durante el embarazo, sólo compres lo que necesitarás hasta los dos o tres meses de vida de tu bebé. Algunos artículos para recién nacidos serán útiles hasta los seis meses, pero no vamos a ir más lejos, porque lo demás lo podrás ir comprando más adelante.
Aproximadamente dos meses después del nacimiento ya se va a haber acomodado un poquito la rutina. Vas a ser una experta en cambiar pañales, vas a conocer muchísimo mejor a tu bebé y él te va a conocer mejor a ti y ya empiezas a entender un poco mejor de qué va esto de ser madre. También tu cuerpo va a estar mucho más acomodado y se va a haber recuperado del parto en muchos sentidos, aunque probablemente no al cien por ciento.
Entonces los dos meses son un buen momento para replantearse si es necesario comprar algo más, pero esas cosas seguramente no habrían sido necesarias desde el nacimiento y probablemente te habrás ahorrado de comprar muchas cosas que finalmente no se hubieran utilizado.
Si buscas en Internet listas de compras para el “futuro bebé” (así lo llaman…), encontrarás que hay artículos mencionados como “imprescindibles” que en realidad son para después de los seis meses o incluso para después del año. Por ejemplo, la silla alta para comer, vajilla, zapatos. No tiene sentido comprar nada de esto durante el embarazo. Ya tendrás tiempo para comprarlo y quizás durante ese tiempo alguien te lo preste, te lo regale o lo consigas de segunda mano.
La anti-lista
Vamos de una vez con la lista. La he dividido en 10 categorías. Verás que esta es una lista muy contracultural. Hay muchos artículos que asociamos automáticamente a bebés y que no considero necesarios. En fin, que no es la lista que más le va a gustar a tu suegra…
Aquí te doy esta información y obviamente tú tienes la libertad de decidir qué crees que es lo mejor para ti y tu bebé.
Si tu intención es dar lactancia materna exclusiva, te recomiendo que no compres ningún artículo de lactancia. Hasta alrededor de los dos meses, en que la lactancia ya esté bien establecida, no los necesitarás.
Mi consejo es que te ahorres todo el dinero que gastarías en esos artículos, y con muchísimo menos, que hagas una consulta prenatal de lactancia con una asesora de lactancia, IBCLC o puericultora.
Puedes hacer esta consulta tanto de manera individual como grupal, presencial u online. Esta consulta es lo mejor que puedes hacer por tu lactancia ya que tiene dos ventajas. Por un lado, obtendrás la información que necesitas para iniciar tu lactancia de la mejor manera. Los primeros minutos y horas en la lactancia son los más importantes, y si empezamos de la mejor manera, es más difícil que aparezcan dificultades después.
Por otro lado, después de esta consulta, tendrás el contacto directo y la confianza con esa asesora de lactancia para poder contactarla en el caso de que te surjan dificultades o dudas después del nacimiento de tu bebé. Lamentablemente, no siempre el personal de salud en los hospitales y clínicas está formado en lactancia, por lo tanto, no siempre podemos confiar en los consejos de matronas, obstetras o pediatras.
Insisto entonces, si es tu deseo dar lactancia materna exclusiva, yo no veo necesario comprar ningún artículo de lactancia para el nacimiento. En bebés alimentados con lactancia materna exclusiva y a demanda, tampoco es necesario el chupete.
2) Juguetes
Un bebé recién nacido no necesita ningún juguete (yo te avisé que esta lista era muy contracultural…).
Para un bebé recién nacido, el mundo externo ya ofrece suficientes y en algunos casos, demasiados, estímulos. No necesitamos sumar objetos complicados y costosos. Mamá y papá (o la pareja de mamá), sus caras, sus voces, sus olores, todo eso es más que suficiente las primeras semanas.
Cuando empiece a pasar el tiempo, podemos ofrecerle un juguete pequeño y blando, que sea fácil de agarrar y que el bebé pueda manipular por sí mismo. Por ejemplo, puede ser un pulpo pequeño, en donde el bebé puede agarrar los tentáculos, o un conejo, en donde puede agarrar (y con el tiempo, meter en la boca), las extremidades y las orejas.
Otro motivo para no comprar juguetes durante el embarazo es que probablemente te van a regalar más de uno. Los juguetes son el regalo más frecuente, entonces no vamos a necesitar comprarlos. Obviamente, probablemente nos veamos tentadas a comprar algún juguete que nos resulte muy adorable, eso no hace ningún daño, sólo recordemos que no está en la lista de necesidades indispensables.
En mi opinión, lo mejor es evitar durante el mayor tiempo posible todos los juguetes electrónicos que tienen mil funciones y botones: que hacen música, luz, se mueven por sí mismos, etcétera. Cuando los bebés empiezan a interactuar con objetos necesitan objetos simples: objetos que a cada acción respondan con la misma reacción. Si tiro la pelota, rebota y mamá me la trae. Tantas veces lo haga, la secuencia se repite igual. Esta pelota la tiro y no rebota, porque es de tela, pruebo varias veces y la secuencia es la misma (mamá igual me la trae). Los juguetes electrónicos suelen ser demasiado complejos. Recordemos que los bebés están descubriendo el mundo y el mundo ya es suficientemente maravilloso.
Otra cosa que vas a ver con tu bebé cuando ya sea un poco más grande es que le interesará muchísimo más cualquier objeto “del mundo real” que un juguete. Entonces, probablemente, una cuchara de madera lo va a tener mucho más fascinado que ese pulpito maravilloso que le habías comprado.
3) La cuna y sus accesorios
La compra de la cuna en sí misma actualmente ya es un tema polémico, porque hay cada vez más familias que deciden hacer colecho. Si te interesa este tema, te recomiendo el articulo Dormir con el bebé: fantasía y realidad.
No voy a entrar en detalle en el tema de las cunas, pero si decidieras comprar una, investiga bien qué tipo de cuna se adapta mejor a tus necesidades, ya que hay varias opciones. Para muchas familias, es considerada un indispensable, y también puede ser que la consideres indispensable y que después no se termine usando (yo te avisé…).
Si decides comprar una cuna, lo importante es saber que dentro de la cuna no tiene que haber nada más que el colchón y la sábana para cubrir el colchón.
La industria propone muchos objetos como los que ves en la imagen de la derecha (chichoneras, protectores, nidos, reductores, almohadones, peluches) ya sea para reducir el tamaño de la cuna, para proteger contra los golpes o para decorar, porque hay que reconocer que suelen ser adorables. Sin embargo, todos estos objetos blandos representan un riesgo posible de asfixia y están, por lo tanto, desaconsejados.
Los móviles para las cunas también están desaconsejados, desde dos puntos de vista. Por un lado, existen expertos en crianza que alientan al desarrollo del sueño autónomo del bebé, es decir, que el bebé se acueste en la cuna despierto y logre quedarse dormido solo. Desde esta línea de pensamiento, el móvil representa una distracción demasiado grande: la cuna debe ser un lugar relajante y no estimulante. Yo no adhiero a esta teoría del sueño autónomo, sino que me atrae más el movimiento libre y la crianza respetuosa. Desde este punto de vista, el móvil es un objeto que atrae al bebé pero que está fuera de su alcance. Está muy lejos en el desarrollo psicomotor de un bebé poder incorporarse en la cuna y lograr atrapar el móvil. Entonces es muy frustrante para él tener un objeto colgando cerca, que probablemente le interesa, pero que no lo puede atrapar.
4) Gimnasios para bebés y alfombras de actividades
Los gimnasios para bebés consisten en un arco o estructura con juguetes colgando y una alfombra. El bebé queda entonces acostado boca arriba sobre esa alfombra y los juguetes que están colgando en este caso sí están al alcance de su mano. Sin embargo, el objetivo de que el bebé pase tiempo en el suelo es que, a su tiempo, logre girarse hacia un lado u otro. Si colgamos juguetes por encima de su cabeza, le interesarán esos juguetes y quizás su interés por girarse tarde más en aparecer.
Desde el movimiento libre, lo que se recomienda es que el bebé esté acostado en el suelo (o en una colchoneta fina) y podemos colocar uno o dos objetos a su derecha o izquierda para que, a su tiempo, se empiece a interesar por ellos. El movimiento libre me fascina porque, no solamente podemos constatar con nuestros propios ojos cómo el bebé va desarrollando su motricidad SIN nuestra intervención. Además, y para mí esto es lo fundamental, podemos dejar que todo esto suceda desde su propia motivación. No somos los adultos los que le imponemos nada, sino que respetamos los deseos y los ritmos del bebé.
5) Aceite para masajes, cremas, perfumes para bebés
He visto varios de estos artículos en las listas de “indispensables” para bebés, y no, nada de eso es indispensable. ¿Qué necesitamos para cambiar el pañal? Pueden ser las toallitas húmedas o algodones o telas de algodón con agua tibia y óleo calcáreo. Podemos tener además, una crema por si llegara a aparecer la dermatitis del pañal, pero no necesitamos adelantar ninguna otra compra. Si aparecieran otras complicaciones en la piel, será el pediatra quien te recomiende el producto necesario a su debido tiempo.
El talco actualmente está desaconsejado también (cuéntaselo a tu madre o a tu suegra y se van a caer de espanto).
6) Sillas mecedoras para bebés / hamacas / asiento infantil vibrador
Las sillas mecedoras pueden llegar a ser útiles en momentos puntuales. Lo que es seguro es que no necesitamos que tengan vibración y música. Primero, porque la música suele ser horrible, un sonido muy latoso. Si quisiéramos ponerle música al bebé, podemos ponerle una música que nos resulte agradable a todos. Pero como he dicho antes, un bebé recién nacido está descubriendo el mundo y los sonidos del ambiente ya son suficiente estímulo. En segundo lugar, que la silla vibre no tiene ningún interés. Los comerciantes te dirán que la vibración imita la sensación de estar en brazos de mamá o en el útero. Pero no, el cuerpo de mamá es el cuerpo de mamá, y una cosa electrónica vibratoria no tiene nada que ver con eso.
Decía que la silla mecedora puede ser útil en determinadas circunstancias en donde necesitas dejar a tu bebé por un momento y quedarte tranquila de que está en un lugar seguro. Por ejemplo, si estás sola en casa con tu bebé y necesitas darte una ducha o prepararte algo de comer, dejarlo en la silla permitirá que él te siga viendo, lo cual quizás lo tranquilice.
Sin embargo, la idea es que el bebé pase la menor cantidad de tiempo posible en la mecedora y que pase tiempo en el suelo, ya que es en el suelo en donde va a poder empezar descubrir su cuerpo y a ensayar distintos movimientos. La mecedora lo deja en una posición en donde es imposible moverse, quedará muy pasivo y probablemente en poco tiempo empiece a impacientarse.
7) Sillas rebotadoras / columpio de rebote, andadores y sillones
Las sillas rebotadoras que se cuelgan generalmente del arco de una puerta y que el bebé queda colgando y puede rebotar, están desaconsejadas, así como también están desaconsejados los andadores (¡sí, cuéntaselo a tu suegra!). Estos dos artículos, primero, ponen una presión excesiva en la zona genital, y además, otorgan una posición vertical a un bebé que todavía no ha podido alcanzarla por sí mismo. Por otro lado, van enviando información confusa sobre el equilibrio del propio cuerpo y sobre lo que el bebé puede hacer con su cuerpo.
Desde el movimiento libre, está desaconsejado cualquier objeto que imponga posiciones al bebé que él no puede adaptar por sí mismo, esto incluye sillones para bebés o simplemente colocar almohadones para sentarlo. Tengamos en cuenta, además, que el bebé no puede salir de estos objetos cuando quiere, con lo cual queda totalmente dependiente de la voluntad del adulto y su movimiento está restringido.
En el caso particular de los andadores, están desaconsejados practiquemos el movimiento libre o no. Está probado que no ayudan a que el bebé aprenda a caminar, pueden provocar lesiones y además representan un posible riesgo, ya que el bebé llega a lugares a donde normalmente no llegaría.
8) Pañales “suficientes”
Otro punto que he visto mencionado en varias listas de “imprescindibles”, es el hecho de comprar, desde el embarazo, pañales “suficientes”. Es decir, tener ya desde antes del nacimiento muchos paquetes de pañales, según estas listas “porque al principio se cambian muchos pañales”.
En este consejo, yo veo dos problemas. Por un lado, hay bebés que tienen pieles más o menos sensibles, y encontrarás que hay marcas (o líneas dentro de esas marcas) que le producen mayor o menor irritación. Entonces, quizás empieces utilizando una marca y compruebes que le irrita la piel, y cambiarás a otra marca o línea. Quizás debas hacer esto varias veces hasta descubrir cuál es la que mejor va con tu bebé. Por lo tanto, no es buena idea tener muchos paquetes de pañales antes de haberlos probado.
Por otro lado, los bebés crecen muy rápido. Aún habiendo comprado un solo paquete, puede ser que el paquete te quede por la mitad, porque le ha empezado a quedar pequeño y necesitas cambiar de talle. Entonces, lo mejor será ir comprando a medida que vayas usando.
9) Ropa
La ropa de bebés viene por talles que llevan el nombre de los meses: 0 para recién nacidos, 1 mes, 3 meses, 6 meses, etc. Pero esos nombres son solamente indicativos, bien podrían llamarse talle 1, 2, 3 o A, B, C… En realidad, a medida que el bebé va creciendo, vas pasando al talle siguiente.
Te cuento el ejemplo de mi hijo. Él nació con tres kilos y medio, que es un peso bastante estándar. Cuando nació podía usar el talle 0 y le duró dos semanas. Cuando nació también le quedaba bien la ropa de talle 1 mes. En el caso del talle 3 meses, también le quedaba bien, pero había que arremangarle un poco las mangas, le quedaba un poco más holgada, pero la podía usar también. Cuando mi bebé tenía dos meses, ya estaba usando talle 6 meses. Con lo cual, como ves, talle 0, 1 y 3 se usaron menos de dos meses.
Los bebés crecen muy rápido. No recomiendo comprar ropa talle 0, porque generalmente se usa muy poco tiempo y algunos bebés ni siquiera llegan a usarla, porque ya les va pequeña desde que nacen. Además, es muy probable que te regalen ropa de ese talle. No recomiendo tampoco comprar demasiada cantidad. Es práctico tener varias mudas para poder ir cambiando la ropa y lavándola sin precuparte de que te vas a quedar sin ropa, pero tampoco hay que exagerar, porque como ves, cada talle se usa poco tiempo.
Sobre todo, compra ropa que sea práctica para poner y sacar, y que sea cómoda para él. Probablemente te tientes en comprar un conjuntito adorable, se lo vas a poner una vez porque es poco práctico de poner, vas a estar luchando con los botones o los moños mientras tu bebé pierde la paciencia, le vas a sacar una foto y ya la semana siguiente le va a quedar chico. Así que, si vale la pena hacer esa inversión por esa foto, adelante.
Otro punto interesante sobre la ropa, justamente porque se usa poco tiempo, es que puedes comprar ropa de segunda mano en excelente estado. Probablemente, la madre que te lo venda te contará que nunca se lo pudo poner, o que lo usó una sola vez.
Aprovecho dentro de la ropa para contarte que los baberos no siempre son necesarios. Hay bebés que babean mucho y otros que no babean nada. Por lo tanto, yo te recomiendo comprar baberos una vez que compruebes que son necesarios.
10) Cubo / tacho / cesto específico para los pañales
Un cubo de basura, pero específico para los pañales. Yo no le encuentro ninguna utilidad. En bebés que toman lactancia materna exclusiva, es decir, que no toman ningún biberón de leche de fórmula, la caca no huele mal, por lo tanto, tirarla en el tacho común de la basura no representa ningún problema. Si continúas con la lactancia materna exclusiva, la caca de tu bebé empezará a oler fuerte cuando esté bien establecida la alimentación complementaria, es decir, como mínimo alrededor de los 7 u 8 meses. Esos tachos específicos para pañales lo que hacen es envolver a cada pañal individualmente en la bolsa. Si quisieras hacer eso, porque hay un pañal que huele particularmente mal, antes de tirarlo a la basura lo puedes meter en una bolsa (que puede ser una bolsa que estás reutilizando), y se termina el problema.
Un bebé sin chupete, sin biberón y sin babero… ¿¡¿A dónde iremos a parar como sociedad?!?
Ya me puedo ir imaginando a los comentarios de tu suegra. Para dejarla tranquila, he preparado una lista con 8 artículos que sí me parece indispensable comprar durante el embarazo (aunque, como dije al principio, indispensable hay una sola cosa…). Para descargarla y tenerla siempre a mano (o para enviársela a tu suegra), haz clic aquí: los 8 indispensables. O también puedes leerla aquí.
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