La Alianza Mundial para la Acción pro Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés) organiza todos los años, del 1 al 7 de Agosto, la Semana Mundial de la Lactancia Materna para sensibilizar e impulsar acciones sobre este tema.
El lema de este año es «Facilitar la lactancia materna: marcando la diferencia para las madres y padres que trabajan» y los objetivos son:
- Informar sobre las perspectivas de la lactancia materna y crianza que tienen las madres y padres trabajadores dentro y fuera del hogar, incluyendo a otras personas cuidadoras.
- Consolidar el pago de la licencia laboral, los permisos adecuados y el apoyo en los lugares de trabajo como herramientas clave para facilitar la lactancia materna.
- Involucrar líderes y organizaciones diversas para mejorar la colaboración y el apoyo a la lactancia materna en los lugares de trabajo.
- Impulsar acciones para mejorar las condiciones de trabajo y el apoyo necesario a la lactancia materna.
Me parece oportuno recordar algunos puntos muy importantes sobre la lactancia materna que, a veces, de tan básicos nos olvidamos de insistir en ellos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan:
- Propiciar el inicio de la lactancia materna dentro de la primer hora después del nacimiento, cuando mamá y bebé se sientan listos.
- Lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida.
- Lactancia materna continua hasta los 2 años de edad o más (mientras madre e hijo lo deseen), con la introducción de alimentos complementarios (sólidos) nutricionalmente adecuados y seguros a partir de los 6 meses.
De estas recomendaciones también hacen eco la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y seguramente la organización equivalente en tu país.
Como podemos ver, estos tres puntos son realmente muy básicos, pero en nuestra sociedad no son tan evidentes ni tan comunes. En nuestro imaginario, la primera hora de vida es para medir, pesar, vacunar, limpiar y hasta "dejar en observación" a bebé. También, llega hasta nuestros días la tradición de empezar a dar papillas entre los 3 y 4 meses de vida del bebé, práctica fuertemente desaconsejada por la evidencia científica. Por último, la llamada "lactancia prolongada" sigue siendo un gran tabú. ¿Y a qué llamamos "lactancia prolongada"? Simplemente, a la lactancia que se extiende más allá del tiempo en que la mayoría de las madres de una sociedad ya han destetado. Vemos que no es un término médico, objetivo ni mensurable, sino subjetivo y relativo a cada sociedad y cada momento histórico.
¿Por qué, como psicóloga perinatal, me parece importante hablar de lactancia materna? Porque mientras sigamos entendiendo a la lactancia materna de modo solamente mecánico y puramente alimenticio, no vamos a entender a la lactancia. La lactancia es una relación amorosa y es parte de la vida sexual de las mujeres. Desde este punto de vista, no puede haber lactancia materna por obligación, no debería haber lactancia con sufrimiento y el objetivo al que debemos apuntar, como profesionales de la salud, es que siempre la lactancia pueda ser disfrutada.
Así, desde estas acciones como la Semana Mundial de la Lactancia Materna, vamos dando “pacitos de bebé” en este tema para visibilizar, sensibilizar y crear consciencia a nivel social, para que cada vez más y más mujeres tengan toda la información y las oportunidades necesarias para que puedan tomar las mejores decisiones para ellas y sus bebés 🧡